
Peinando olivos
El vareo del olivo es una técnica ancestral que ha sido utilizada por los agricultores durante siglos.
Los mercadillos no son solo lugares donde comprar barato. Son espacios llenos de vida, memoria y sostenibilidad. Allí conviven objetos con historia, personas creativas, trueques, ideas recicladas y materiales con nuevas posibilidades. Comprar en un mercadillo implica reducir el consumo de nuevos recursos. Cada prenda, libro, electrodoméstico o mueble que se reutiliza evita que otro se fabrique desde cero. Eso significa menos contaminación, menos residuos, menos explotación de materias primas. Además, los mercadillos apoyan economías locales, fomentan la creatividad y fortalecen el tejido social. ¿Quién no ha encontrado un tesoro inesperado en uno? Pasear por ellos también nos enseña a mirar con otros ojos: lo usado no es algo viejo, sino algo valioso, con vida aún por dar. La economía circular se vive en estos lugares. Y también se celebra.

El vareo del olivo es una técnica ancestral que ha sido utilizada por los agricultores durante siglos.

¿Y si miramos con otros ojos? Muchas veces, los objetos que creemos inservibles pueden tener una nueva vida.

Plantar árboles podría considerarse un hábito sostenible ya que contribuiría a restaurar el medio ambiente y sería una manera de combatir el cambio climático pues los árboles absorben CO2.